
Desde que Elon Musk tomó las riendas de X, anteriormente conocido como Twitter, su objetivo principal ha sido maximizar los ingresos. A pesar de introducir características exclusivas y monetizar el reconocido ‘tick azul’, Musk se enfrenta a un obstáculo significativo: los anunciantes están reacios a invertir en la plataforma.
La reluctancia de los anunciantes
Según datos recopilados por Business Insider de la consultora de marketing Ebiquity, ha habido una disminución notable en la demanda de anuncios desde que Musk adquirió la red social. De los 100 principales anunciantes, solo dos optaron por comprar anuncios en X durante septiembre de este año. En contraste, en septiembre de 2022, se registraron 31 compras de anuncios. Aunque la tendencia a la baja ha sido evidente durante todo 2023, julio y agosto fueron particularmente impactantes, con solo 6 y 3 anunciantes, respectivamente.
Contradicciones en las declaraciones
A pesar de estos números, las figuras clave de X, incluido su CEO, han intentado mantener una fachada de normalidad. Aseguran que la mayoría de los anunciantes están regresando, contradiciendo la evidencia presentada por las agencias de marketing. Esta discrepancia también se refleja en los informes de ingresos por publicidad de X, que han mostrado una disminución.
Impacto en los usuarios de X Premium
La disminución en la inversión publicitaria no solo afecta las finanzas internas de X, sino también a los usuarios del plan X Premium. Con menos inversión en publicidad, estos usuarios ven reducida la monetización por las visualizaciones de sus publicaciones.
El camino a seguir
El desafío ahora para X y Elon Musk es mejorar la percepción de la plataforma y hacerla atractiva para los anunciantes. Con una nueva CEO al mando, solo el tiempo dirá si pueden superar este obstáculo y restaurar la confianza en la plataforma.