
La integración de un simple botón ha transformado la manera en que expresamos nuestro agrado en las redes sociales. El botón de “Me gusta”, se ha convertido en un elemento indispensable desde su introducción en Facebook, pero, ¿cómo surgió y cómo se ha propagado a otras plataformas?
Orígenes del ícono de Aprobación Digital
Antes de que Facebook revolucionara la interacción con el botón de «Me gusta» en 2009, los comentarios eran el principal método para expresar interés en el contenido. Leah Pearlman, junto con Akhil Wable, Andrew Bosworth, Ezra Callahan y Justin Rosenstein, idearon la función esencial, inicialmente como «Awesome» pero que posteriormente sería reconocida mundialmente como «like».
La necesidad de simplificar el feedback y destacar los comentarios más relevantes llevó a la creación del concepto de Props. Mark Zuckerberg, tras algunas reticencias iniciales, reconoció la valía de los datos proporcionados por las pruebas realizadas, y dio luz verde al lanzamiento del botón con el nombre que persiste hasta hoy.
Impacto y Expansión a Otras Plataformas
La adopción del botón de «Me gusta» también se desarrolló en servicios y redes como FriendFeed, que precedió a Facebook y sobre cuyo concepto se basó; YouTube, que sustituyó su sistema de evaluación por «Me gusta» y «No me gusta»; y Google+, con un botón funcionalmente similar bajo la nomenclatura «+1». Instagram, por su parte, se distingue al permitir a los usuarios ocultar la cantidad de «Me gusta» en sus publicaciones, resguardando la privacidad y foco en el contenido.
También en Twitter el concepto sufrió una transformación, reemplazando su botón de favoritos, marcado con una estrella amarilla, por el familiar corazón rojo de «Me gusta». LinkedIn, manteniendo su aproximación profesional, ha incorporado reacciones contextualizadas como «Recomendar», «Celebrar» y otras.
Plataformas de video como TikTok han adoptado igualmente el mecanismo, permitiendo a los usuarios expresar su aprobación con un corazón que se anima al ser tocado. Pinterest se distancia de esta tendencia y se jacta de ser un buscador visual que no necesita de los «Me gusta» para medir la interacción, eliminando esta función en 2017.
Evolución Continua del Enganche Digital
En resumen, el botón de «Me gusta» no es solo una forma de interactuar, sino que proporciona a las plataformas valiosa información sobre preferencias y tendencias de los usuarios, configura algoritmos de contenido y actúa como un termómetro del éxito publicitario.
La simplicidad de este ícono ha trascendido su función original, convirtiéndose en un fenómeno cultural que abarca casi todas las formas de comunicación en línea y continúa evolucionando, adaptándose a las necesidades de los usuarios y el entorno digital de constante cambio.