Descubrir la fórmula mágica detrás del contenido viral es una ambición para muchos en el mundo del Marketing digital. Derek Thompson de The Atlantic, autor de ‘Hit Makers: How to Succeed in an Age of Distraction’, desentraña este misterio en su charla ‘The Secrets of Hit Making’.
Thompson destaca la potencia de la familiaridad. Sugiere que la receta perfecta para una sorpresa agradable incluye ingredientes conocidos. Un ejemplo palpable: la popularidad de las secuelas y adaptaciones en el cine.
Raymond Loewy, reconocido diseñador industrial, acuñó el principio MAYA (Most Advanced Yet Acceptable) para describir el equilibrio entre la curiosidad humana y el miedo a lo desconocido.
Un ejemplo revelador proviene de Spotify, al resolver un error que permitía canciones conocidas en su lista de reproducción «Discover Weekly», las reproducciones disminuyeron. Resulta que unas cuantas canciones familiares potenciaban el valor de esta lista de descubrimientos.
Las palabras de Loewy resuenan fuerte: “Para vender algo familiar, hazlo sorprendente. Para vender algo sorprendente, hazlo familiar.”
En la era actual, las marcas enfrentan dilemas al abordar temas controvertidos. Si bien la controversia puede atraer atención, también puede provocar rechazo. Los temas varían desde debates serios como derechos civiles hasta discusiones triviales, como si un Hot Dog es un sándwich o una taco.
Algunas marcas adoptan puntos de vista provocativos para generar conversación y destacar en el abarrotado panorama mediático. Sin embargo, los problemas surgen cuando no se tiene el apoyo interno o del público objetivo.
Recordemos el revuelo con Bud Light al contratar al influencer transgénero Dylan Mulvaney y luego distanciarse de él y de su propio equipo de marketing.
Por eso te recomendamos combinar la controversia con el consenso.
Si el objetivo es alcanzar a más personas, tu perspectiva debe contar con suficiente consenso para que las personas se sientan cómodas discutiéndola o compartiéndola.
Adoptar una posición auténtica es esencial. Pero la dinámica de «polarización grupal» sugiere que las marcas, al actuar como colectivo, pueden inclinarse hacia puntos de vista más extremos.
Entonces, ¿Cómo equilibramos la controversia con la familiaridad? Imagina una matriz 2×2, con un eje que va de familiar a sorprendente y otro que va de consenso a controvertido. La idea es evitar los extremos y centrarse cerca del medio.
Finalmente, la confianza es esencial. Si tu audiencia confía en ti, estarán dispuestos a dialogar sobre temas controvertidos.
Pero si cruzas esa línea y los sorprendes demasiado, podrías estar alentando el tipo equivocado de conversación con el público equivocado.
Al final del día, la historia es tuya. Asegúrate de contarla bien.
