El impacto de las decisiones del gobierno de Donald Trump sobre las empresas de Elon Musk, particularmente Tesla, ha sido significativo. En una movida sorprendente, Musk ha apoyado la retirada de las ayudas para la compra de coches eléctricos, incluso donando 119 millones de dólares a la campaña del presidente. Aunque esto parecería perjudicar a Tesla, la realidad es que la empresa es tan dominante que sus competidores son los que más sufrirían sin las subvenciones gubernamentales.
El bastión eléctrico de California contra la hegemonía de Tesla
Actualmente, el gobierno de Estados Unidos otorga un incentivo de 7.500 dólares para la compra de coches eléctricos, algo que Trump ha calificado como «estafa verde». Sin embargo, en California, el estado con más ventas de coches eléctricos del país, la medida no es bien recibida. Con 1.256.646 coches eléctricos registrados en 2023, California supera a estados como Florida y Texas en sus esfuerzos por fomentar la movilidad eléctrica. Esta preferencia está en línea con su historial progresista, incluidas las políticas gubernamentales a favor de la sostenibilidad y la energía limpia.
Desde 1998, California ha mostrado su interés en los vehículos eléctricos al requerir que el 2% de los coches vendidos fueran eléctricos, cifra que quería que se incrementara al 10% para 2003. Aunque el proyecto no alcanzó sus metas, ayudó a Tesla a emerger como un jugador importante en el mercado, colaborando con gigantes como Toyota y consolidándose con vehículos como el Tesla Model S.
El dominio de Tesla en el mercado californiano es indiscutible, con una cuota de mercado del 55% en coches eléctricos a septiembre, aplastando a la competencia. Sin embargo, es precisamente esta dominancia lo que ha llevado a Musk a oponerse a las ayudas, afirmando que su eliminación beneficiaría a Tesla al reducir la competencia.
En el contexto de California, los legisladores estatales, en su mayoría demócratas, buscan preservar los créditos fiscales a fin de nivelar el campo de juego para otros fabricantes. Como informa Bloomberg, ya están en proceso de redefinir y negociar estos incentivos, excluyendo potencialmente a Tesla de estas ayudas debido a su alto número de ventas.
El efecto de las políticas de Musk en las ventas de Tesla
Esta decisión de California es un revés para Tesla, cuyas ventas en el estado han disminuido un 12,6% en 2023, a pesar de que el mercado de coches eléctricos en general ha crecido un 1%. Las acciones de Musk durante la campaña presidencial de Trump han tenido su costo, vinculándose directamente con este descenso en las cifras de ventas dentro de un bastión pro-ambientalista como California.
La oficina del Gobernador de California ha mencionado la importancia de «crear las condiciones de mercado para que más fabricantes de automóviles echen raíces», asegurando que se mantengan los incentivos solo a aquellos fabricantes que no dominen en demasía el mercado. Aunque aún hay incertidumbre sobre cómo se aplicarán estas políticas y si otros fabricantes también se verán afectados, el paso hacia favorecer una mayor competencia en el sector es claro.
En un clima político y económico tan volátil, las decisiones tanto a nivel estatal como a nivel corporativo seguirán impactando en el desarrollo de la industria de vehículos eléctricos. Esta situación plantea retos para Tesla y los competidores que desean tener una porción del que es, posiblemente, su mayor mercado en Estados Unidos.
